Pocas personas son capaces de resistirse a la invitación de tomarse un vinito, por lo menos, a este lado del orbe. Lo llevamos impregnado en nuestro ADN social y cultural, y no es de extrañar, ya que la gran cantidad y calidad de vinos de Galicia no es algo que pase desapercibido, ni para autóctonos ni para foráneos. En Eido da Fonte jugamos con esta variedad ofreciendo un poblado ramillete de diversas opciones: un Albariño con D. O. Rías Baixas, brillante, joven y fresco, un Ribeiro con D. O. Ribeiro, afrutado y suave, o un tinto Mencía con D. O. Ribeira Sacra, intenso y contundente, todos estos vinos con tradición e historia.
Porque hablar de la historia del vino es hablar de la historia de la humanidad. A día de hoy, todavía resulta muy difícil establecer con exactitud en qué momento o en qué parte del mundo comienza la elaboración de esta bebida, pero lo cierto es que, desde tiempos inmemoriales, ha venido acompañando al hombre en sus andanzas sobre la tierra y, en algunos casos, se ha convertido en elemento identificador de algunas culturas y sociedades; sin ir más lejos, la nuestra.
El consumo del vino es, más que un acto meramente nutricional o alimenticio, un hábito de disfrute, un momento de ocio y esparcimiento con los amigos y la familia, además de ser un elemento de obligada presencia en las celebraciones o actos más relevantes de la vida, es decir, el vino está asociado a emociones y situaciones muy positivas.
Sin embargo, algunos vinos representan con especial esmero este estilo de vida disfrutón y desenfadado; tal es el caso del Albariño Rías Baixas, resultado con nombre y apellidos de un proceso de fabricación con mimo artesanal y enarbolado por la comunidad vitivinícola gallega como muy suyo, codeándose con los mejores vinos blancos del mundo sin quedarse atrás.
La buena reputación que ha ido cosechado este vino fuera de nuestras fronteras deriva, obviamente, en un fuerte reclamo cada vez mayor. Bajo esta perspectiva, el paso lógico para esta industria era la incorporación de plataformas virtuales, es decir, la creación de una tienda de vino online, desde la cual poder promocionarse y, a la vez, suministrar al cliente. En Eido da Fonte sabemos que esta conjunción entre tradición y nuevas tecnologías es imprescindible para la expansión y distribución de estas marcas con denominación de origen.
La exportación de estos vinos significa dar a conocer algo que va mucho más allá de una bebida, significa compartir con todos el aroma y la esencia cultural de este rincón del mundo; así, comprar Albariño, o lo que es lo mismo, comprar Rías Baixas, es como comprar, embotellados, los sonidos de las gaitas en las fiestas populares, la retranca, la morriña, la Rianxeira y las vistas desde el mejor banco del mundo.
Con una esencia tan particular y una elaboración tan cuidada, es imposible dejar al consumidor indiferente. De hecho, haciendo memoria, ¿cuántas personas conoces que sean indiferentes al tipo de vino que toman? Y no hablamos de expertos catadores con un exigente paladar, sino de cualquier bebedor de vino que pida una copa en un bar o abra una botellita en casa para compartirla (y presumirla) con sus seres queridos. En estas circunstancias, es ya un clásico la recurrente conversación acerca de los dos bandos posibles, casi siempre excluyentes: equipo del tinto o equipo del blanco. Y, por supuesto, todos tienen una opinión sobre cómo maridar cada uno de ellos y cómo mejorar una receta materna con un chorrito de tal o cual.
Al margen de protocolos y etiquetas, te encuentres donde te encuentres, gracias a nuestra tienda online puedes comprar un vino blanco Eido da Fonte, que te trasladará a esos días de vinito y tapeo, a las mesas familiares con mantel y posavasos, y servirá para que tus invitados elogien tu gusto enológico. Excepto aquellos a los que, extrañamente, no les guste el vino, porque ya sabes: eu non creo neles, pero habelos, hailos.